martes, 20 de enero de 2009

Andaluces de Jaen. Diario de una aprendiz de aceitunera.

"Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quien, quien levantó los olivos?..." - Miguel Hernandez,1937.

Despues de mas de 1 año sin dar un palo al agua, a eso me he estado dedicando estos dias, a dar palos pero no al agua sino a las olivas, darle palos hasta que suelten todo, todo lo que tengan para producir luego ese oro líquido que es el aceite de oliva.
Jaen con sus tan solo 13.489km cuadrados es la primera productora mundial de aceites de oliva, casi la mitad de su territorio, y mas de tres cuartas partes de su superficie agricola, es olivar, el cual representa mas del 25 por ciento de todo el olivar español y la mitad del andaluz, produce cerca de la mitad del total de aceite de oliva de España, y tiene 5 denominaciones de origen, y posiblemente el mejor aceite de olive virgen del mundo. Con todos estos datos, y siendo jiennense, cómo no conocer un poquito el mundo de los olivareros y que mejor forma que ganandose el jornal como aceitunera.

Mediados de diciembre y un frio que pela a tan tempranas horas, son las 8 la mañana y toda la comarca del Condado parece girar en torno a la picual, la variedad de aceituna que mayoritariamente se cultiva en Jaen, hagan lo que hagan durante el año, llegadas estas fechas aqui todos aparcan su actividad para dedicarse directa o indirectamente, a lo mismo, la recogida de la aceituna, en cada pueblo y cada aldea por donde pases es igual, tractores y 4x4 tirando de remolques cargados de mantones, varas, espuertas y el gran invento del mundo aceitunero, "la maquina", la vibradora de gasolina, y por supuesto los aceituneros y aceituneras, locales como yo, o extranjeros, antes sobre todo marroquies, ahora los hay tambien rumanos, los que no pertenecen ya a una cuadrilla se apostan en las esquinas y a lo largo de la calle de paso de todo remolque, esperan a que alguien necesite a alguno y lo recoja al quite, viven en los albergues y algunos vienen cada mañana en bus desde Albacete, trabajan en su tajo y a la tarde vuelta en el mismo bus.

Primer café de la mañana, en el bar las preguntas de rigor "que tiempo va a hacer", "estarán las olivas mojadas todavia"( si ha llovido la noche/dia anterior), "cuantos kilos recogiste y con cuanta gente", "cuantos dias te quedan", "se han caido las aceitunas"... y de ahí al tajo. El trabajo no es dificil pero sí duro, mucho dicen todos, los carriles de acceso al olivar suelen estar embarrados, son estrechos y empinados en muchos casos, hay que negociar bien por donde entrar con el remolque al tajo para no quedarse atrapados en el barro al sacarlo luego cargado, una vez alli se empieza por decidir hilo y como avanzar, cuantas olivas llevar a la vez, todo influye para hacer mas efectivo, o al menos mas facil, el trabajo. Una vez decidido se extienden los juegos de mantones, dos por oliva, son olivos de 2 y 3 pies normalmente que se abren mucho, se colocan en la dirección que vamos a ir avanzando y se atan los picos de abajo si se está en pendiente para que no se salgan las aceitunas.

Una vez preparados llega "la maquina", en nuestro caso solo una pues eramos una cuadrilla, muy bien avenida, de tan solo 3, es todo un invento, una maravilla, se pone el motor en marcha, se engancha la horquilla del final de la vara en una rama y a hacerla vibrar, si la ha podido coger bien las aceitunas caen a montones, una lluvia de ellas que da verdadera alegria a los vareadores que vamos por detras apurando, bueno no todas caen, tampoco llega a las copas altas, o no alcanza a coger el tronco de algunas faldas, las ramas son espesas o necesitan ya una buena poda, por ello no puede entrar al interior de la oliva, en fin que a los vareadores aun nos queda bastante trabajo por hacer, se trata de dar palos con una vara de 2 metros y medio, a lo "aikido", es decir a veces inclinado y de frente, otras horizontal y peinando las ramas, a la derecha, desliza y gira a la vez y palo hacia la izquierda, arriba a esa copa que no llegas, desliza otra vez y cortito y agitando esas ramas interiores, ahora dentro de la oliva, ahora agacha y busca esa falda que quedó detras, se intenta no romper muchos tallos, allá por donde se rompe se le hace una herida al arbol que no crecerá mas por la cicatriz, y así sin parar hasta que se la ha mareado lo suficiente, está bien limpia y bueno, lo que quede para los pajarillos que tambien tienen que vivir de algo.

Arroja la vara donde luego te vayas a acordar que ahora toca mudar los mantones a la siguiente oliva del siguiente hilo, hay que tirar de él por un extremo y levantar las puntas a la vez por el otro para que la aceituna no ruede y se salga, lo hacemos entre dos siempre, si es llano es facil, si es en pendiente, muy normal ya que las olivas plantadas llegan hasta casi la cima de los cerros, tiene mas briega, cierralo, cárgalo al hombro y tira de él, extiéndelo, y vuelta a subir a por el otro, atalos, si no llevan carga se hace bien, cuando van ya varios hilos empieza a pesar de lo lindo y hay que arrastralo entre dos, además suele haber piedras que ruedan por los mantones o bajo tus pies y te hacen caer, lo mismo que el barro, tanto si está congelado y por tanto escurridizo, como cuando se empieza a deshelar y lo arrastras como zancos bajo los zapatos... Y vuelta a empezar, recoger la vara y a apurar la siguiente oliva, y así una y otra vez hasta que llega la primera parada a media mañana, un bocado que el esfuerzo fisico realizado requiere toda la energia de la que puedas hacerte hasta la hora de comer...

Llegada la tarde, hay que recoger la aceituna del dia, se limpia con un rastrillo para quitar el máximo posible de tallos, se junta en los mantones, se carga en espuertas y aaarriba al remolque, y para terminar, dejarlo todo recogidito bajo las olivas, para no perderlo y para que los mantones tengan poca escarcha al dia siguiente. Y de ahí a la almazara, con suerte llegamos temprano y no hay mucha cola, un tractor delante tuya supone un "uff" son 4-5mil kilos de aceituna a descargar y le lleva un rato, nosotros el día que mas, hemos llevado 1500 kilos que da verdadera alegria ver el remolque colmadito.

A veces es llano, a veces monte, unos olivos son grandes, otros son pequeños, cada uno es distinto, cada campo es distinto, la labor siempre la misma, los primeros dias te duele todo, cada dia llegas a casa rendida, el cuello, los brazos, las muñecas, los hombros, poco a poco el cuerpo se habitua, los días pasan, no hay sabados ni domingos, si el tiempo lo permite se trabaja de corrido, deseas que llegue un dia de lluvia para parar, o una noche, las olivas no se pueden golpear cuando estan mojadas, las heridas producidas al partir tallos se pudren, este año ha sido malo en lluvias, o bueno segun quien lo mire, hemos parado mucho por culpa de ellas y la recogida se ha prolongado, pero eso también da para recuperarse y volver con ganas cuando asoma un día bueno, o al menos no llueve porque quieras o no es invierno y el frio está ahí cada mañana, cuando los mantones están mojados o escarchados y te empapas al mudarlos, cuando las manos y hasta "la maquina" estan heladas, cuando hasta que no has hecho un par de olivas o tres no entras en calor ni alrededor de una lumbre y no salen ni las palabras... pero hilo a hilo se avanza y campo a campo se llega al final, "otro año mas que se termina, al fin" dicen satisfechos de dar por terminada la recogida, la misma gente que, a pesar de quejarse cada año (y de no tardar mucho en empezar la siguiente tarea de poda, el abono, pesticidas, etc) volverá a estar en el mismo sitio el año que viene, haciendo lo mismo, recogiendo aceituna... aceituneros altivos
Andaluces de Jaén,
aceituneros altivos,
decidme en el alma: ¿quién,
quién levantó los olivos?
No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.
Unidos al agua pura
y a los planetas unidos,
los tres dieron la hermosura
de los troncos retorcidos
...

1 comentario:

Unknown dijo...

Esta entrada va para mi wiki personal :)